Urd, Verdandi y Skuld son las tres diosas nórdicas, hijas, tal cómo me aseguró Odín, de él. Estás claro que, Odín, durante su juventud, hizo muchas tonterías. Una de ellas, tener tres hijas que deciden los destinos tanto de humanos como de los héroes, e incluso, el final de los propios dioses. Una mañana, mientras me hallaba dormido en la cama de una de las estancias del Palacio de Odín, Éste me despertó y me dijo: "Levántate, humano, mis hijas quieren conocerte"; no me dio tiempo a preguntar el cómo y las razones, pero sí que no me dio tiempo a una ducha rápida. Entonces, acudí con lo puesto, mi libreta, y mi IPad, y también unos cuadernos para tomar apuntes. Por fin, conocería a Urd, Verdandi y Skuld. Odían se las ingenió para atrapar un aerodeslizador, y yo le pregunté ¿por qué no utilizamos el ascensor? Está averiado, fue su respuesta. De manera que no insistí. Pero no me creí lo del ascensor averiado. Las Nornas viven cerca de las raíces de Ygdrassil, un par de pisos por encima de la serpiente que se alimenta de sus raíces, y raramente hablan con alguien. De hecho, son temidas incluso por los propios dioses: cuando se irritan, el dios puede darse por muerto, y seguramente, eso le pasó a Balder, cuando Loki decidió acelerar el Ragnarok. Loki es poco original. Debería dedicarse al negocio de la franquicia de hamburguesas o algo parecido. Claro que, Odín me contó una historia muy curiosa. Una de las Nornas se enamoró de Balder, este no le correspondió, y ella le vaticinó su final. Como Balder no escuchaba, ahí le llegó la muerte. Pero Balder muere todos los años, y esto le irrita a Odín, porque tiene que enterrarlo todos los años, y luego, al tercer día, vuelve a la vida, hecho que saca de quicio al Padre de los Dioses. Descendimos a tormpicones, hasta llegar a una especie de lago. Allí estaban las tres: Urd, Verdandi y Skuld. Skuld era la más vieja, por así decirlo, y veía el futuro. Suele tener un humor de perros bastante desagradable, mientras que Urd y Verdandi se dedican a coquetear (no sé con quiénes) y a tomar el pelo a su hermana mayor. Tenía muchas preguntas que hacerles, y decidí preparar mi batería de preguntas. Odín me avisó que procurara ser cauto. Pero como siempre hago preguntas de más, irrité a Skuld, y decidió cortarme mi hilo. Preparó las tijeras, pero sus hermanas no la dejaron, y tiraron las tijeras al lago. Sólo le había preguntado si se jubilaría algún día. Entonces, Skuld perdió la cabeza, y Odín y yo tuvimos que poner pies en Polvorosa...
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